lunes, 26 de mayo de 2014

Carcinoma epidermoide

El carcinoma es un tipo de neoplasia maligna de epitelio de revestimiento.
El término neoplasia hace referencia a la neoformación de tejido. Este crecimiento no está coordinado con los tejidos normales, es excesivo o ilimitado y posee proliferación autónoma. Es una formación inútil y perjudicial para el organismo. Al hablar de maligno hacemos referencia a que son potencialmente letales.


Hablando puntualmente del carcinoma epidermoide, podemos decir que es uno de los carcinomas más recurrentes de la piel, pero también se da en mucosas.
En la piel se da en hombres de aproximadamente 60 años principalmente, comenzando como una displasia que progresa a carcinoma in situ y evoluciona a carcinoma invasor.
Principalmente se produce por exposición prolongada a la luz solar. También existen otros factores de riesgo como: consumo de alcohol, tabaco, radiación, deficiencias inmunológicas, irritación crónica, arsénico, etc.



Macroscópicamente se caracteriza por lesiones verrugosas o ulceradas que predominan en cabeza o extremidades. Su crecimiento es rápido y puede establecer metástasis primero por linfa y luego por sangre.

Histológicamente vamos a observar zonas de queratinización con formación de perlas córneas o globos córneos (capas concéntricas de células queratinizadas) con escasa atipía si están bien diferenciados.
Si no lo están, veremos células redondas anaplásicas con queratinización y atipía conspicua.







Signos y síntomas: aparece en forma de protuberancias crecientes, a menudo de superficie áspera o planos como manchas rojizas de la piel que crecen lentamente. 



Como tratamientos posibles encontramos:
- Escisión simple 
- Electrodesecación
- Cirugía
- Radioterapia
- Quimioterapia
- Terapia de rayos láser








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